A nivel mundial, el Crowdfunding se ha convertido hoy en día en una práctica muy común, sobretodo en el sector de la tecnología. En países como Reino Unido o Estados Unidos, las campañas de Crowdfunding o micro-mecenazgo llevan años formando parte de la vida diaria de Start-Up, empresas y habitantes, y se consideran una forma muy común de empezar o hacer crecer un negocio, conseguir financiación o recibir donaciones para causas concretas.
Pero en nuestro país y específicamente en el sector cosmético, hablar de Crowdfunding aún es algo que suena extraño. Mucha gente desconoce de qué se trata, e incluso entre los que saben un poco del tema, no son muchos los que han participado alguna vez, y mucho menos creado su propia campaña.
Las ventajas de realizar una campaña de Crowdfunding son muchas, y se intuye que esta práctica irá en aumento en los próximos años, tanto en el país como en el sector.
¿En qué consiste exactamente el Crowdfunding?
Conocido en español como micro-mecenazgo, consiste en una difusión pública de un proyecto a través de internet, por parte de una empresa, grupo o persona que busca financiación colectiva, dando la oportunidad al público general a ofrecer esta financiación, sea porque simpatizan con la causa, a cambio de algún producto o servicio, etc.
Hay varios tipos de Crowdfunding, desde los que ofrecen recompensas, hasta los que sirven para pedir préstamos, pasando por los de inversión o donación. Para lanzar una campaña existen varias plataformas online especializadas, siendo algunas de las más famosas, Kickstarter, Indiegogo, Go Fund me, o a nivel local Verkami. La mayoría de las plataformas se llevan un porcentaje de lo recolectado en la campaña como pago.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que realizar una campaña de Crowdfunding NO es fácil. Las cifras nos dicen que más del 60% de las campañas en el mundo fracasan. Es un proceso que implica mucho tiempo, algo de dinero, y sobretodo muchísimo trabajo previo de comunicación y de preparación, constante durante la campaña.
Las campañas buscan un objetivo de financiación concreto y están activas un tiempo limitado, generalmente de 30 a 40 días. Normalmente siguen un sistema de «Todo o Nada»: si no consigues llegar a tu objetivo financiero (recaudar el dinero que pedías) en la duración de la campaña, al finalizar ésta, se devolverá el dinero a los mecenas y no podrás llevar a cabo tu proyecto.
Existe otro sistema que permiten algunas plataformas, el «Todo cuenta» en el que, llegues o no a tu objetivo, cobrarás ese dinero (aunque solo tuvieras una aportación). Esto es más común en campañas de donaciones para causas, pero puede ser un riesgo en campañas de recompensa porque muchos proyectos necesitan un mínimo de dinero para llevarse a cabo.
Es muy importante que las campañas consigan llegar al 100% cuantos antes. Se ha visto que las campañas que no llegan al 30% en la primera semana casi nunca tienen éxito, y en cambio las que llegan al 100% muy rápido tienen una especie de efecto «Big Bang», en qué se vuelven virales y consiguen muchos mas colaboradores.
Otra cosa muy importante a tener en cuenta, sobre todo si es la primera vez que se hace una campaña es dar con un buen asesor, ya que llevar una campaña por primera vez es muy complicado y hay distintas estrategias a seguir y muchas errores que se pueden cometer.
El caso de Vytrus en Crowdfunding:
Como empresa innovadora en dermocosmética, en Vytrus Biotech decidimos lanzarnos a la «aventura», no con una, sino con dos campañas de Crowdfunding, muy diferentes entre ellas.
En nuestro caso, tuvimos la suerte de dar con uno de los mejores asesores y expertos en Crowdfunding del país: Valentí Acconcia, y su empresa, Vanacco.. Podemos asegurar que, sin la ayuda de Valentí, hubiéramos fracasado totalmente en nuestra primera campaña.
